Se autónomo que ya te contratamos

Mi primera experiencia como asesor, tal como me lo vendieron, fue en una distribuidora de telefonía y Internet.

Me dijeron que no podían asumir los gastos de seguridad social para 5 personas en formación, que en ese periodo nos hiciéramos autónomo por un periodo no superior de 3 meses, que luego ya podríamos formar parte en plantilla de la empresa si demostrábamos cualidades.

El objeto del trabajo que se me explico era la comercialización de los productos, el seguimiento y la atención de clientes, PYMES y autónomos, a pie de calle ya que la compañía quería estar cerca de estos debido a sus peculiaridades. Además buscaban gente sincera que no engañara ya que era muy importante la imagen de la empresa. El tema de la sinceridad me dio cierta seguridad ya que me considero una persona honesta y era lo que buscaban y la parte de seguimiento y atención al cliente me gusto por mi forma de ser, ya que se me ha dado muy bien la atención al público y. Pero esa era la mentida del trabajo. La verdadera y el único objetivo del trabajo era la venta del producto.

Cuando salía a la calle y me encontraba con algún cliente que ya era de la compañía y quería portar otros servicios o cambiar lo que tenia contratado por algo mejor con nosotros, no podía hacer nada, o no me dejaban hacer nada, simplemente remitir al cliente al servicio de atención de la compañía.

Si surgía algún problema en las altas, potabilidades... el distribuidor se lavaba las manos y todo dependía de la compañía dejándome en ocasiones de canalla o sinvergüenza delante del cliente.

En ocasiones, otras muchas tramitaciones, cambio de titularidad, renovación de terminales me tocaba decirles que pasaran por su tienda. !¿Dónde estaba el servicio al cliente que tan bien me vendieron?!

Estuve 5 meses, aunque demostré cualidades, iniciativa y entrega en la área que para ellos querían, venta y solo venta, no era productivo y por lo tanto no me integraban en su empresa. Eso me lo dijeron, porque yo pregunte, sino aún estaría de autónomo esperando la promesa de contrato.